Imaginad que os voto

Por arte de magia me olvido de todo, dejo de saber quienes sois, lo que habéis hecho, dicho y dejado de decir.

Llego nuevo al escenario político, soy de izquierdas y estoy dispuesto a creerme las promesas. Todas, por incongruentes que sean.

O mejor, me convenzo a mi mismo de que la responsabilidad de todo lo ocurrido es nuestra, de los ciudadanos. O de la derecha, los fachas, que es más fácil todavía. Cualquiera menos vosotros, a quienes decido dotar de un aire virginal, un aura de bondad espontánea.

Si lograra abstraerme a ese nivel, si naciera hoy en España de golpe a mis 34 años y tuviera que votar, miraría sin dudarlo a PSOE, Podemos o Más País. Parece obvio y sensato dudar entre ellos a la hora de decidir a quién votar.

Así que, llegados a este utópico punto de partida, no tendría más remedio que basarme en lo que viera desde aquí.

Entraría en Twitter, claro, y vería cientos de cuentas de Podemos insultar a Errejón. Ya se empieza a complicar la cosa, y eso que soy nuevo.

Vería a algunos del PSOE atacar a Errejón y otros a Podemos. No mejora la cosa.

Pero estamos en campaña, me digo, para seguir en positivo.

No vería ninguna propuesta concreta de Más País. Mi preocupación crece de nuevo. Leería que quieren facilitar un Gobierno Progresista, sin entorpecer su formación pero sin darlo gratis. Empiezo a confundirme y me planteo que para eso voto directamente al PSOE.

Voy directo a las encuestas, para optimizar mi posible voto. Nada, ni una mayoría clara. Cualquiera de esos tres van a tener que pactar sí o sí. Estoy convencido de que lo harán, que para eso no tengo recuerdo alguno.

Vuelvo a las redes, a la calle, al debate en las televisiones. Resulta que el PSOE me dice que no puedo votar a Podemos porque siempre que pueden impiden un acuerdo con el PSOE. Ni idea de lo que hablan, pero por lo enfadados que están me los creo, que es a lo que he venido, a creerme todo.

Estoy casi seguro de votar al PSOE. Pero escucho a Podemos y resulta que la culpa de todo es de Pedro Sánchez. Me lo creo también, claro.

Así que van a tener que pactar si quieren gobernar, pero lo que me dicen es que no lo harán bajo ningún concepto o no sumando los diputados suficientes. Es más, percibo rápidamente que no es sólo estrategia, hay más odio que asesores. Estos no van a pactar, se oye en mi cabeza.

Todos me dicen que les crea a ellos, que para hacerlo me acuerde de lo que hicieron en el pasado. Pero algo me dice que si vine hasta aquí, queriendo olvidarme de todo, sería por algo.

Así que a pesar de no recordar nada, de estar dispuesto a creerme lo que digan y de querer votarles, resulta que acabo en lo mismo…

¿Y ahora qué hago?