Empiezas queriendo uno para jugar y entretenerte, pero lo acabas necesitando para trabajar. ¿Era así, no?
Hay muchas cosas que cambian, otras permanecen bastante inalteradas. Las que cambian, en este caso, transforman por completo la realidad.
No es lo mismo una bicicleta que un dron, como no es lo mismo una posguerra que una crisis económica, aunque podamos sacar ciertos parecidos. España es diferente hoy, aunque lógicamente conserva las mismas inercias, cae en los mismos errores y sigue enfrentándose consigo misma de forma traumática.
Todo esto para decir que quiero un dron. Ya ven las vueltas que doy. No se bien para qué lo quiero, pero sí imagino para qué lo usaría.
Quiero ver las cosas desde arriba, alejarme, volar. Lo de GoogleMaps no está mal, pero no es lo mismo. Un dron es un pequeño satélite, son tus ojos con otra perspectiva diferente.
Desde arriba lo que tratamos de hacer grande, es más pequeño y viceversa, Todo tiene el tamaño que en realidad le corresponde.
Los problemas son imperceptibles, las malas personas apenas se distinguen, los beneficios bancarios tienen el mismo rostro que el resto de edificios, los carteles electorales no se sabe de qué partido son, los coches no lo dominan todo.
En cambio, mantiene un tamaño coherente con su importancia aquello realmente relevante. Se ve menos verde. Si nuestro dron tiene mucha autonomía hasta veríamos menos hielo en los polos. La deforestación muestra ser mayor de la que queremos creer. Las ciudades son enormes, infinitas. Sus luces exageradas. No veremos animales.
Desde ahí arriba se ve cómo contaminamos. Se ven nuestros vertidos y se ve lo cerca que en realidad estamos unos de otros. Somos más lo que realmente somos.
Cambio de idea. No quiero tener un dron, quiero que todos tengamos uno. Necesitamos ver desde arriba para tener perspectiva, para engañarnos menos.
Que tengamos los ojos en la parte más alta de nuestro cuerpo ya era un mensaje bastante claro de la naturaleza, de la importancia de verlo todo desde lo más lejos posible.
Ahora podemos mejorarlo. Voy a por un dron, ahora vuelvo.